1. Orígenes de la población

Las investigaciones arqueológicas constatan la existencia de monumentos megalíticos de la Edad de Bronce en torno a dos zonas:

  • La estación megalítica de Udala-Intxorta
  • La estación megalítica de Elosua-Placencia

Se trata de dólmenes y túmulos, que servían como construcciones funerarias. La estructura es la misma en todas ellas; tienen una cámara funeraria formada por varias losas de piedra con un montículo de cantos uniformes cubriéndolas. Las excavaciones fueron realizadas en los años veinte por los pioneros Enrique Eguren, José Miguel Barandiaran y el bergarés Telesforo Aranzadi.

Argazkia

El nombre de Bergara procede de tiempo antiquísimo e inmemorial. En efecto, la primera mención por escrito data de la escritura otorgada el año 1050 por un señor Sancho, por la cual dona a San Juan de la Peña las heredades y manzanales que tenía en su tierra de Bergara en el monasterio llamado Ariceta, esto es, de San Miguel.

La información sobre esta época es muy escasa, pero es evidente que ya entonces existía una organización política establecida, dentro de un condado dependiente del reino de Pamplona. Varios de los barrios que conocemos actualmente datan de esta época.

Bergara fue fundada como villa por el rey Alfonso X el Sabio, otorgándole el fuero de Vitoria, por privilegio dado en Sevilla el 30 de julio de 1268. Dispuso así la creación de un pueblo en el lugar llamado de Ariznoa. Distintos reyes castellanos concedieron varios privilegios para que la villa se poblase mejor.

  • El mismo Alfonso X libró un privilegio en Ávila el 27 de mayo de 1273, por el cual mandó que todos los hijosdalgo que hubiesen venido o viniesen a poblarla y ser vecinos de la misma fuesen quitos de todo pecho, pedido enmienda y yantar.
  • Alfonso XI otorgó privilegio en Sevilla el 20 de mayo de 1344. Se reduce a disponer que los hijosdalgo y labradores que moraban en algunos lugares de la comarca y quisiesen ser vecinos de la misma villa, manteniéndose en sus solares, gozasen el fuero de esta, siendo juzgados por su alcalde. Esto debía, sin embargo, entenderse para el caso de que no hiciesen semejante vecindad por eximirse del pago de los pechos y derechos debidos al rey o a algún otro derecho.

El privilegio obtenido en 1344 y las desavenencias con Elgeta determinaron, a juicio de Gorosabel, la incorporación que la parroquia de Santa Marina de Oxirondo hizo a la vecindad de Bergara. Este hecho se realizó por escritura de concordia otorgada en la iglesia de San Pedro a 16 de junio de 1348, ante Fortún Ortiz, escribano de Mondragón. Consta que dicha agregación fue confirmada por Enrique II en Burgos a 10 de septiembre de 1373.

Por otra parte, para diciembre de 1925 estaba solicitada oficialmente la anexión del Valle de Angiozar y el barrio de Ubera. Finalizados los trámites que marca la ley, el Ayuntamiento de Bergara, mediante acuerdo de 23 de abril de 1927, aceptó íntegramente las condiciones de anexión, con arreglo a las cuales también el Ayuntamiento de Elgeta, por su parte, con fecha de 24 de marzo de 1927, aceptó y aprobó la propuesta de segregación de ambos barrios y su incorporación a Bergara.